El Niño. Una aproximación para una inmensa minoría
Autor: Jorge L. Navarro | Físico / Meteorólogo The Weather Partner
En los últimos meses y con frecuencia los medios de comunicación y las redes sociales nos presentan y advierten de situaciones anómalas causadas por el fenómeno meteorológico de El Niño. La mayoría en algún momento hemos oído hablar de El Niño y La Niña, pero ¿qué son en realidad? ¿qué sabemos realmente acerca de ellos?
En el siglo XIX los pescadores peruanos notaban, alrededor de la Navidad, un incremento de la temperatura del agua en sus zonas de pesca. A ese suceso le llamaron El Niño en clara referencia a la Navidad. Con el paso del tiempo el nombre quedó definitivamente asociado a una versión extrema de un calentamiento, intenso y prolongado, que además tenía consecuencias muy dañinas para la pesca, ya que con esas condiciones los peces emigraban a otras regiones, o directamente morían.
Figura 1: Temperatura del agua superficial el día 10 de enero de 2024 respecto al promedio climático de la época. Fuente: NOAA Physical Sciences Laboratory.
Fíjense en el mapa de la figura 1: representa el estado de la temperatura de la superficie del mar el pasado 10 de enero. Los tonos rojizos y amarillos indican que la temperatura es más alta de lo normal para esta época, y los tonos azulados indican agua más fría de lo normal. Observen la banda más caliente en la zona ecuatorial del Pacífico central y oriental: El Niño. Su duración se mide en meses.
Esta situación no se produce todos los años, como se puede apreciar en la figura 2, que muestra la temperatura de la superficie del mar en la banda tropical del Océano Pacífico central y oriental en función del año. Los picos rojos representan las fases de calentamiento del fenómeno El Niño, las etapas neutras están color gris, y los valles azules corresponden a periodos de enfriamiento, que al ser la antítesis de El Niño, se conocen como La Niña. Desde 1990 destacan dos episodios extremos de El Niño, uno en 1997-1998, y otro en 2015-2016.
Figura 2: Diferencia de temperatura de la superficie del mar, en la región denominada El Niño-3.4 (Pacífico ecuatorial central) desde 1950 hasta 2023 (gráfica superior) y desde 1990 a 2023 (gráfica inferior), en valor relativo a la media estacional de 1981-2010. Los picos rojos son episodios de El Niño, y los valles azules episodios de La Niña. Las zonas grises entre ±0.5°C significan condiciones neutras. Fuente: NOAA Physical Sciences Laboratory.
Vista la evolución temporal en su conjunto, es notorio que se trata de un fenómeno oscilatorio, como si de un péndulo se tratase, que fluctúa de un modo irregular entre dos fases extremas: una cálida (El Niño) y una fría (La Niña). Este fenómeno natural oscilatorio / fluctuante se conoce como El Niño Oscilación Sur (ENOS), o El Niño Southern Oscillation (ENSO) en inglés.
Figura 3: Esquema del péndulo ENOS (El Niño Oscilación Sur)
El estudio y conocimiento científico del fenómeno ha avanzado lo suficiente como para comprender cómo se producen estas oscilaciones.
Fase neutra: en la situación neutra de nuestro péndulo imaginario los vientos alisios, que circulan de este a oeste en la zona ecuatorial de manera persistente, mueven y acumulan las calientes aguas superficiales de la banda ecuatorial del Océano Pacífico hacia el Oeste.
En la costa Sudamericana del Pacífico las aguas son sustituidas en parte por afloramientos de aguas más profundas, que son mucho más frías, además de muy ricas en nutrientes, que atraen a los peces (y de ahí la riqueza pesquera de la zona).
Fase cálida (El Niño): en el extremo o fase cálida de nuestro péndulo imaginario, los vientos alisios, el motor que mantiene esta asimetría Oeste cálido – Este frío, se debilitan, o incluso invierten su dirección. En consecuencia, las zonas relativamente frías del centro y este del Pacífico tienden a calentarse, y cuando ese calentamiento supera un cierto umbral se declara la condición de El Niño.
Fase fría (La Niña): si por el contrario los alisios se refuerzan, se acentúa más la diferencia Oeste cálido – Este frío y nos situamos en el otro extremo del péndulo: el polo opuesto de El Niño, conocido como La Niña.
El fenómeno ENOS se produce por el acoplamiento atmósfera/océano, y nace de la acción combinada de ambos elementos. Considerar sólo la atmósfera o sólo el océano no podría explicarlo. En los círculos científicos El Niño es la componente oceánica y la Oscilación Sur la componente atmosférica del ENOS.
A El Niño se le suele conocer no por lo que es sino por sus efectos. Como es sabido los océanos tienen una gran influencia en el clima. Una anomalía tan importante como El Niño se hace notar prácticamente en todo el planeta, siendo capaz de forzar y modelar fenómenos meteorológicos, reubicar zonas de sequía y de precipitaciones, desplazar anticiclones y desviar corrientes atmosféricas. Los años de El Niño son años de lluvias torrenciales en California, de sequías importantes en Australia y también en África.
En particular, en Panamá los años de El Niño son años de sequía, de déficit de precipitaciones, ya que se desplazan hacia otro lugar las condiciones normales de lluvia abundante. Este año no es una excepción y los efectos son evidentes: importantes restricciones de paso por El Canal de Panamá, debido a la escasez de agua en el lago Gatún.
A pesar de conocer los mecanismos físicos en los que se basa El Niño a día de hoy no tenemos la capacidad de pronosticar si el año que viene va a ser un año de El Niño, un año de La Niña, o un año neutro.
Los motivos son varios: el conocimiento imperfecto del fenómeno, las limitaciones de los modelos actuales, la incompletitud de las observaciones y la componente caótica del fenómeno que hace que el diablo esté en los pequeños detalles, de manera que nimias diferencias en las condiciones actuales, aunque ahora sean imperceptible, pueden llevarnos a dos futuros diferentes.
A pesar de las incertidumbres, el fenómeno El Niño Oscilación Sur es un área de estudio que atrae a una comunidad de científicos numerosa y capaz, que avanzan de manera constante en su mejor observación, comprensión, modelización y pronóstico.
Tablero «El Niño Situación Informada»
En The Weather Partner, con el objetivo de aportar nuestra pequeña contribución en la comprensión de El Niño, hemos desarrollado el Dashboard, El Niño Situación Informada que ofrece la visión más actualizada en un formato fácilmente comprensible.
Evolución de El Niño desde 1980 hasta Enero de 2024
Además, se ha creado un video ilustrativo que recoge la evolución del fenómeno desde el año 1980 hasta la actualidad.